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Él era Hernando Sánchez, reconocido zar de las esmeraldas que fue asesinado por un francotirador en conjunto de Bogotá
El hombre heredó el poder de la organización después del asesinato del líder, por lo que se convirtió en un sujeto con gran poder.

Hernando Sánchez, reconocido esmeraldero y heredero del emporio de este sector, fue asesinado por un francotirador en un exclusivo conjunto ubicado al norte de la ciudad de Bogotá.
De acuerdo con la información que pudo conocer SEMANA, la víctima se encontraba en la zona residencial en compañía de algunos familiares y amigos. En medio de esta reunión, sonó un disparo y posteriormente Sánchez cayó al suelo.

Un detalle impactante es que en este mismo conjunto y de la misma forma fue asesinado Juan Sebastián Aguilar, conocido como Pedro Pechuga, quien era señalado de pertenecer a la Red de las Esmeraldas.
De acuerdo con InSight Crime, una organización dedicada a investigar y analizar el crimen organizado en América Latina, Sánchez fue el “heredero de facto” de Víctor Carranza, por lo que se le empezó a conocer como el zar de las esmeraldas.
“Tenía un importante poder y estaba en el centro de la disputa por el control de este sector minero”, dijo el portal en una oportunidad. De hecho, se señala que el conocido Pedro Pechuga era quien estaba encargado de su seguridad.
Sánchez, según precisó la organización, se hizo con el control de la “mayor y más productiva zona minera” de Colombia: Santa Rosa.
Una vez murió Carranza y él heredó el ‘trono’, su nombre quedó en el fuego cruzado de los negocios que se hacían en este sector, algo que finalmente pudo haber sido una de las razones de su asesinato este domingo.

“Sánchez podría estar en el centro de este rompecabezas mortal”, indicó en su momento el portal.
De hecho, InSight Crime mencionó que el hoy asesinado zar de las esmeraldas había sobrevivido a varios atentados, entre los que se encuentra uno en el que recibió 11 disparos cuando estaba en una exclusiva tienda de ropa en la ciudad de Bogotá, hecho ocurrido en el 2012.
Además, Sánchez había recibido una gran cantidad de amenazas, especialmente desde que quedó a la cabeza del mencionado grupo.
“Su inmenso poder, cosechado tras la muerte de Carranza, lo convirtió en un objetivo obvio, pero también se enfrentó a acusaciones (...) de que debía dinero por la compra de acciones en la Mina Cunas, que produce una importante cantidad de gemas para Santa Rosa”, precisó en su informe la organización.
Por el momento, se desconoce con exactitud cuáles fueron los motivos por los que se perpetró el asesinato de Sánchez, por lo que las autoridades ya se encuentran adelantando las respectivas investigaciones para poder esclarecer todo.